sábado, 14 de abril de 2007

La revolución industrial III Consecuencias

LOS CAMBIOS SOCIALES

El crecimiento demográfico
Las condiciones de vida de los obreros
Protestas obreras
Test

EL CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO.
Aunque la industrialización va a producir enormes transformaciones en la sociedad británica como el crecimiento de la llamada clase burguesa, o el éxodo rural producto de la revolución agraria, sin embargo quizá los dos fenómenos sociales más dignos de estudio sean el espectacular crecimiento demográfico y el nacimiento de una nueva y masiva clase trabajadora formada por los obreros de las nuevas industrias.
La industrialización va a provocar un crecimiento de la población sin precedentes en la historia de la humanidad conocido como la Revolución Demográfica. Los cambios en la industria, la agricultura y los transportes produjeron un aumento espectacular de la riqueza (que se traduce fundamentalmente en una mejor alimentación) que se reflejó en un crecimiento notable de la población que servirá para multiplicar los habitantes de Europa en muy pocos años e incluso para poblar con emigrantes otros continentes.
La disminución de algunas de las más temibles epidemias que habían azotado Europa durante siglos, ciertas mejoras sanitarias e higiénicas ( como el descubrimiento de la primera vacuna por el doctor Edward Jenner en 1796 que protegía contra la viruela) y, sobre todo, una mejor alimentación con el fin de las crisis de subsistencia, están entre las causas de ese crecimiento demográfico. Este aumento de la población fuerte y sostenido explica el enorme crecimiento de las ciudades británicas a lo largo de los siglos XVIII y XIX.
LAS CONDICIONES DE VIDA DE LOS OBREROS
Precisamente en algunas de estas ciudades el crecimiento rápido, desordenado y sin criterios surgirán enormes suburbios superpoblados, sucios y conflictivos donde las epidemias de tifus o cólera se convierten en algo habitual. Estos suburbios surgían muchas veces en torno a una fábrica: estaban formados por los barracones donde vivían los operarios de esa fábrica.
Sin entrar en el conocido debate de si la industrialización mejoró o empeoró las condiciones de vida de los trabajadores, si que puede intentarse describir las situación en la que vivían estos obreros, que puede calificarse en general como muy mala, así como sus condiciones laborales habría que describirlas como espantosas: fábricas sucias, húmedas, oscuras, poco ventiladas y ruidosas (Texto) (condiciones causadas por la presencia en ellas de las máquinas de vapor y por la nula preocupación de los patrones por las condiciones laborales de sus empleados). En estas fábricas poco sanas y peligrosas era habitual que sus obreros pasasen de doce a catorce horas diarias, trabajándose incluso sábados en jornada completa, y domingos hasta mediodía. La concentración de obreros en las fábricas es la que hace posible que estos trabajadores tomen conciencia de su situación y vean que mediante acciones colectivas podrían tratar de mejorar sus condiciones de vida. El factory system se encuentra por tanto en el origen del movimiento obrero.
La industrialización impulsó también el trabajo de mujeres y niños de muy corta edad, pues si antes en muchos oficios la fuerza del trabajador era un factor clave, ahora la fuerza la realizan las máquinas. Los empresarios fomentaron el trabajo infantil y femenino porque mujeres y niños recibían salarios dos y tres veces inferiores a los de los hombres. Los niños fueron empleados en la industria textil, en las minas, (Texto) en la industria siderúrgica: durante el siglo XVIII no hubo normas que regulasen el empleo infantil. Para hacerse una idea de las dimensiones alcanzadas por esta explotación basta con citar la existencia de una ley del parlamente británico que en 1833 (The Factory Act, 1833) dejaba la jornada laboral de los niños de nueve a trece años en "sólo" nueve horas diarias, y de trece a dieciocho años el trabajo estaba fijado en diez horas y media (la jornada duraba para ellos doce horas, pero con hora y media reservada para las comidas). Todavía en 1.891, una ley que pretendía luchar contra abusos en la explotación infantil se limitó a elevar la edad mínima de trabajo de los diez a los once años.
De hecho, apenas se detectan preocupaciones sociales durante la segunda mitad del siglo XVIII pues estas condiciones se aceptan como normales. Ya en el siglo XIX investigaciones parlamentarias, protestas sindicales o conocidos relatos como los de Dickens en Tiempos Difíciles, pusieron de manifiesto la dureza de la vida de los obreros industriales.
PROTESTAS OBRERAS.
Aunque desde los inicios de la industrialización se registra una notable oposición de los obreros artesanos a la introducción de máquinas, (Texto) las primeras formas de protesta obrera se detectan en Gran Bretaña en la segunda década del siglo XIX cuando surge el conocido Movimiento Ludita (o Ludismo), nombre que deriva de un personaje real o inventado, un obrero, Ned Ludd, cabecilla de este movimiento de protesta que se canalizaba hacia la destrucción de la maquinaria, y que pronto se extenderá por varios condados de Inglaterra donde la industria textil se había convertido en la principal manufactura. Las Guerras Napoleónicas de años posteriores hicieron saltar en varias ocasiones nuevas protestas luditas.
El llamado Movimiento Cartista supone una versión más organizada del Movimiento Obrero y que se desarrolla entre 1837 y mediados del siglo XIX. Debe su nombre a la denominada Carta del Pueblo, documento que llegó a conseguir la firma de cientos de miles de obreros y que era una petición elevada al Parlamento en la que se pedía el Sufragio Universal, el voto secreto, la igualdad en el valor de los votos... En definitiva, revelaba el deseo de democratización del sistema político británico: el movimiento obrero desea participar en el juego político y desde ahí mediante la presentación de leyes en el Parlamento, mejorar las condiciones de vidas de los obreros industriales. Desde mediados de siglo el movimiento irá perdiendo fuerza progresivamente, aunque paradójicamente, en años posteriores, el Parlamento Británico adoptará la mayor parte de las peticiones recogidas en la Carta del Pueblo.
Hay que recordar que la legislación británica (leyes aprobadas en 1.799 y 1800) prohibía de una forma terminante la formación de asociaciones obreras, pues se consideraba que estas asociaciones chocaban con el espíritu del liberalismo económico: debía ser el mercado quien fijase los salarios y no la presión de los sindicatos.
Pero a pesar de estos obstáculos legales surgieron diversas formas de asociacionismo obrero sostenidas por las cuotas que pagaban los trabajadores y que pretendían, ante todo, ofrecer protección para los asociados en caso de accidente o enfermedad. A partir de 1.824 las leyes británicas autorizan el asociacionismo obrero que darán origen a lo que podemos considerar los primeros sindicatos de obreros, las llamadas Trade Unions en las que, en principio se unían los trabajadores con un mismo oficio en una localidad. En los años treinta esas asociaciones profesionales y locales se irán uniendo entre sí hasta formar enormes asociaciones que a mediados de siglo agrupaban a cientos de miles de obreros británicos de todos los oficios. La huelga, la negociación colectiva pacífica y, cuando lo permitan las leyes electorales, la participación en política, serán los instrumentos de los que se valdrá el sindicalismo británico para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.
Este temprano desarrollo del sindicalismo en Gran Bretaña es el causante probablemente del escaso éxito que tendrán las nuevas ideologías obreras revolucionarias (el marxismo y el anarquismo) que están naciendo a mediados del siglo XIX. Cuando Marx (líder del socialismo) y Bakunin (líder anarquista) funden la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T.) en Londres, ésta tendrá un éxito importante en países como Francia y Alemania, mientras que en Gran Bretaña (país donde se fundó) nunca pudo competir con las Trade Unions.


Comprueba tus conocimientos con un test y con un ejercicio de relación de ideas.

La Revolucion Industrial II La Revolucion agrícola

LA REVOLUCIÓN AGRÍCOLA

Aparición de nueva maquinaria
Surgimiento de una agricultura científica
El cerramiento de las propiedades
Las mejoras en la ganadería. Cría selectiva
Test
Se entiende por revolución agrícola una serie de importantes cambios sucedidos durante el siglo XVIII en los campos de Gran Bretaña.(Texto) A comienzos de este siglo la agricultura británica seguía siendo en lo esencial muy tradicional: el utillaje (arados de madera, hoces, azadas), el escaso uso de fertilizantes o la práctica del barbecho formaban parte de las prácticas agrarias desde hacía siglos.
Sin embargo, a lo largo del siglo XVIII se generalizarán importantes innovaciones:
Aparición de nueva maquinaria
La máquina sembradora del inglés Jethro Tull, auténtico pionero de la agricultura científica y que diseñó esta sembradora en los primeros años del siglo XVIII. Esta nueva sembradora posibilita sembrar rápidamente y colocando la simiente fácilmente en filas que hacen más simples otras tareas agrícolas. Además la semilla se ubicaba a una cierta profundidad que la alejaba del peligro que suponían los pájaros y el viento para la siembra.
El arado de hierro que posibilita un laboreo más profundo y efectivo. El nacimiento de una potente industria siderúrgica que proporcione hierro barato y abundante será básico para la mejora del utillaje agrario, que apenas había conocido cambios desde tiempos de los romanos. La utilización de caballos en lugar de bueyes acelerará los trabajos agrarios.
Las primeras segadoras y trilladoras, que permiten mejorar la productividad de los trabajadores agrícolas. Las importantes mejoras en la producción de hierro y acero los irán convirtiendo en materiales asequibles para la fabricación de maquinaria agrícola cada vez más compleja. Al principio utilizarán tracción animal (como puede apreciarse en estas segadoras tiradas por caballos) pero luego surgirán trilladores movidas con la máquina de vapor, e incluso en los años finales del siglo XIX se fabricarán tractores que movidos por vapor pueden ser considerados los antecedentes de los tractores con motor de explosión que revolucionarán la agricultura del siglo XX. Las nuevas máquinas además de incrementar la productividad y por tanto abaratar el coste de los alimentos, tendrán como efecto "liberar" mano de obra que podrá ser empleada en la industria.


Surgimiento de una agricultura científica
Ensayos exitosos con nuevas rotaciones de cultivos que permitirán eliminar el barbecho y disponer de importantes cantidades de materia vegetal para el engorde del ganado. Pioneros como Lord Townshend introdujeron la rotación cuatrienal: trigo, nabos, cebada, trébol.
La selección de nuevas especies de plantas que harán crecer enormemente los rendimientos agrarios.
Aumenta el uso de fertilizantes. En primer lugar porque aumentó la disposición de abono orgánico (estiércol), que venía utilizándose tradicionalmente, a causa del incremento de la ganadería. En segundo lugar porque se inicia la utilización de fertilizantes artificiales.
El cerramiento de las propiedades
En Gran Bretaña hasta el siglo XVIII dominaba el sistema agrario llamado de campos abiertos: recogida la cosecha se hacía un aprovechamiento comunal de los pastos. Desde mediados del siglo XVII se advierte un movimiento por el que muchos propietarios cercan sus tierras y con ello adquieren un mayor control sobre los cultivos. (Texto) Los cercamientos harán posible las inversiones y las innovaciones: hasta ese momento el sistema de campos abiertos obligaba a todos los cultivadores a seguir los ritmos de la tradición (sembrar y recolectar los mismos cultivos en las mismas fechas). Los cerramientos tenderán también a concentrar las propiedades (que generarán importantes tensiones sociales) en pocas manos: surgen grandes explotaciones agrarias trabajadas por campesinos asalariados. Hacia 1870 cerca de la mitad de las tierras británicas estaban en manos de unas 2.500 personas.

Los pequeños granjeros sin capital para cercar sus tierras en muchos casos vendieron y hubieron de transformarse en arrendatarios, jornaleros o emigrar a las ciudades. La mano de obra rural comienza con ello su declive mientras crece la mano de obra industrial. Con los cercamientos terminan también algunos rasgos medievales del campesinado y así desaparece una estructura socioeconómica basada en las obligaciones mutuas para ser sustituida por otra, capitalista, con el dinero y el pago en metálico como base. En resumen puede decirse que los cerramientos contribuyeron a hacer posibles y más sencillas las mejoras agrarias y que con ello la agricultura se hizo más eficiente y productiva para alimentar a una creciente población urbana.
Las mejoras en la ganadera. Cría selectiva.
La cabaña ganadera británica no sólo creció con el incremento de vegetales (alfalfa, trébol) resultado de las rotaciones de cultivos que eliminan el barbecho, sino que también mejoró con la generalización de la cría selectiva a que se lanzarán diversos propietarios, una ganadería "científica" que pretende la mejora de tamaño y salud de las razas ganaderas tradicionales. Si durante cientos de años los ganaderos habían mezclado animales con la esperanza de mejorar la calidad de los animales, ahora se hace esto mismo, pero de una forma más detallada y precisa, destacando el trabajo de pioneros como Bakewell quien no sólo seleccionaba con gran rigor los ejemplares, sino que guardaba cuidadosamente cartas genealógicas de sus animales. Estos conocimientos fueron difundidos por medio de libros o de boletines: ya desde los años finales del siglo XVIII circulan boletines agrarios que obtienen una gran difusión. De esta manera si hasta entonces las ovejas sólo eran valoradas por su lana y el ganado bovino por su fuerza de trabajo, ahora el interés se centra en crear razas productoras de carne. Entre 1700 y 1800 algunas razas de animales llegaron a multiplicar por tres su peso promedio. Algunas de las nuevas variedades surgidas, como las vacas Hereford se difundirán por medio mundo. La carne, hasta entonces un alimento sólo al alcance de los más ricos, se convertirá en un producto de consumo cotidiano para amplias capas de población, contribuyendo con ello a importantes mejoras en la alimentación que están detrás de la llamada Revolución Demográfica.

Comprueba tus conocimientos con un test y con un ejercicio de relación de ideas.